
¿Problemas económicos? ¿Es la venta de inmuebles la solución adecuada?
Quien compra una propiedad inmobiliaria, asume un compromiso financiero a largo plazo. No solo hay que pagar la hipoteca, sino que los expertos recomiendan reservar una cantidad para el mantenimiento. En la mayoría de las comunidades de propietarios, la reserva para mantenimiento es incluso obligatoria. El importe de esta reserva depende de la antigüedad del inmueble. Cuanto más antiguo sea, más probable será que haya que hacer reparaciones y más deberán ahorrar los propietarios. Las recomendaciones oscilan entre 5 y 10 euros por metro cuadrado al mes, dependiendo de la antigüedad del inmueble.
¿Qué hacer si no tengo dinero para la rehabilitación?
Sin embargo, no todos los propietarios piensan en hacer ahorros regulares. Cuando el techo tiene goteras o la calefacción antigua deja de funcionar, esto puede acarrear graves problemas financieros. Los costes de estas reparaciones suelen ascender a varios miles de euros. La buena noticia es que Es posible solicitar un crédito bancario para renovaciones. Las renovaciones energéticas están subvencionadas en parte por el Estado. La renovación de un tejado, por ejemplo, puede subvencionarse en el marco del programa «Renovación energética» del Instituto de Crédito para la Reconstrucción.
Sin embargo, solo es recomendable solicitar otro crédito si no tiene problemas para pagar la hipoteca mensual. Por ejemplo, un crédito para la construcción solo permite financiar el nuevo tejado si se ha pagado al menos el 80 % del crédito para la financiación del inmueble. De lo contrario, también es posible financiar la reforma mediante un crédito especial para reformas. Sin embargo, en este caso los intereses suelen ser más elevados. Por eso es importante que los propietarios de inmuebles reflexionen bien si pueden asumir estos costes adicionales.
¿Qué hacer si ya no puedo hacer frente a la financiación?
Tras un divorcio o la pérdida del empleo, es frecuente que los propietarios de inmuebles ya no puedan hacer frente al pago del crédito en curso. En tal caso, es importante acudir al banco lo antes posible y buscar una solución. Si se trata solo de un problema de liquidez a corto plazo, a menudo es posible suspender el pago durante unos meses o refinanciar el crédito. Sin embargo, quien simplemente deja de pagar se arriesga a una subasta judicial y a elevadas comisiones por la cancelación anticipada del crédito. En el peor de los casos, el importe obtenido en la subasta pública no será suficiente para saldar la deuda con el banco. Entonces se corre el riesgo de incurrir en insolvencia personal.
Por lo tanto, quien sepa que no podrá pagar su crédito a largo plazo, no solo debe ponerse en contacto con su banco, sino también considerar seriamente la venta de su propiedad. Esto no significa necesariamente que el sueño de tener una vivienda en propiedad se haya esfumado. Algunas agencias inmobiliarias ofrecen, por ejemplo, la posibilidad de intercambiar inmuebles. En este caso, se pone en contacto a dos propietarios. Así, quien tenga problemas para financiar su casa grande, puede cambiarla por una más pequeña cuya financiación sea más favorable.
Para los propietarios de inmuebles de edad avanzada, la renta vitalicia es también una alternativa interesante para seguir viviendo en su inmueble y, al mismo tiempo, complementar su pensión. En este caso, se vende la vivienda, pero se conserva el derecho de uso.
En cualquier caso, es aconsejable no vender por cuenta propia, sino contar con la ayuda de un experto. Un agente inmobiliario profesional suele conseguir un plazo de venta más corto y le ayuda a vender a un precio acorde con el mercado.
¿Tiene dificultades financieras y está pensando en vender su inmueble? Póngase en contacto con nosotros ahora. Le asesoraremos sin compromiso sobre sus posibilidades.
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