
Cuando el hogar ya no se adapta a la edad
Hace 20 años, los hijos de Elisabeth y Dieter L. se mudaron. Su hija Susanne comenzó sus estudios en Würzburg y su hijo Thomas encontró trabajo en Fráncfort del Meno. Hoy en día, ambos tienen sus propias familias y sus propias casas. En aquel entonces, Elisabeth tenía muchas ideas sobre qué hacer con el espacio ganado. Al final, su marido se instaló en la habitación de Thomas para dedicarse a su afición por las maquetas de trenes. La habitación de Susanne siguió siendo la habitación de invitados, pero cada vez se utilizaba menos.
Hace unos meses, se hizo daño mientras quitaba las malas hierbas del jardín. A Dieter también le costaba cada vez más cortar el césped. Ambos se preguntaban cuánto tiempo más podrían seguir ocupándose del mantenimiento de la casa. Al final, llegaron a la conclusión de que la casa ya no se adaptaba a su etapa de la vida. Pero, ¿qué hacer? Querían seguir viviendo en su propia casa, pero debía cumplir algunas condiciones acordes con su edad: tener poco trabajo, ser adecuada para personas mayores y, en el mejor de los casos, estar adaptada para personas con movilidad reducida. Además, tenía que estar cerca de tiendas y médicos. Por eso, Elisabeth y Dieter decidieron vender su casa y mudarse a un piso en propiedad cerca de su hijo Thomas.
Pero al vender su casa, surgió la pregunta: ¿cuánto vale realmente? Susanne les recomendó que la tasaran profesionalmente para sacar el máximo partido a la venta. Buscó en Internet un agente inmobiliario de calidad en la región. Tras la tasación, Elisabeth y Dieter quedaron convencidos de la experiencia del agente inmobiliario, por lo que le encargaron la venta de la propiedad. Les explicó de forma clara y transparente cómo había determinado el valor de la propiedad. Además, se encargó de obtener la documentación necesaria para la venta y se ocupó de la gestión de los interesados y de las visitas. Como también podía ofrecer visitas virtuales de la propiedad, Elisabeth y Dieter tuvieron que reducir el número de visitas a su casa, en la que aún vivían. Para ellos, la venta de la propiedad se desarrolló sin problemas y sin preocupaciones. El agente inmobiliario incluso les encontró un nuevo piso adecuado. Acordó con los compradores de su casa que no se mudarían hasta dentro de dos meses, cuando Elisabeth y Dieter se hubieran mudado.
Aunque Elisabeth y Dieter no tuvieron mucho trabajo con la venta de la casa, se dieron cuenta de lo mucho que cuesta y lo mucho que hay que trabajar en algo así. Al final, se alegraron de que alguien les hubiera quitado ese trabajo. Dieter está convencido de que ellos no lo habrían conseguido en un plazo tan breve y que el comprador quizá les habría presionado con el precio. Con lo que les quedó del producto de la venta y la compra del piso, pudieron incluso cumplir algunos deseos que tenían desde hacía mucho tiempo para ellos y sus nietos. La conclusión de Elisabeth: «Si vendemos la casa, solo con un agente inmobiliario».
¿Se pregunta si su inmueble sigue siendo adecuado para su edad y qué opciones tiene si no es así? ¡Póngase en contacto con nosotros! Le asesoraremos.
Encontrará más información aquí:
- statista.com: Porcentaje de personas mayores en la población
- Wikipedia: Vivienda para personas mayores
- Wikipedia: Viviendas asistidas
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