Por qué una mala gestión del tiempo es uno de los mayores errores en la venta de inmuebles
La mayoría de las personas no venden su vivienda porque desean un cambio de aires, sino porque su situación vital ha cambiado radicalmente. Ya sea por una separación, la llegada de un nuevo miembro a la familia, la edad o un cambio profesional. En muy pocos casos, este momento es relajado y libre de estrés. La venta de la vivienda es solo un factor de estrés adicional que hay que resolver lo antes posible. Muy pocos propietarios se preocupan por la documentación necesaria y la gestión adecuada del tiempo.
A menudo se bromea diciendo que el agente inmobiliario es el cerrajero más caro de Alemania. Si es así, la propiedad debería venderse rápidamente. Lo que muchos olvidan es que solo la preparación de la venta lleva mucho tiempo. Porque hasta que se solicitan y se recopilan todos los documentos importantes, se tarda bastante, al menos si no se sabe dónde hay que buscar. Quien quiera ahorrarse este proceso, a veces se lleva una desagradable sorpresa. Si faltan documentos obligatorios por ley, como el certificado energético, se puede incluso incurrir en una multa.
Y quienes se ahorran el tiempo de hacer fotos profesionales, planos y recopilar más información, lo invierten más tarde en otras cosas. Dependiendo de la demanda en la región, hay dos escenarios posibles: si la demanda es alta, se presentarán muchos interesados para visitar la vivienda, solo para echarle un vistazo. A menudo, los que siguen interesados después de la cita se pueden contar con los dedos de una mano. Si la demanda en la región es más bien escasa, es posible que nadie se ponga en contacto desde el principio.
Pero justo cuando el teléfono no deja de sonar y se llena el buzón de correo electrónico, los propietarios se enfrentan a un nuevo problema de tiempo. ¿Cómo responder a todas estas solicitudes y cuándo se realizarán todas las visitas? A estas alturas, la venta de la casa se les va de las manos a muchos vendedores. Porque, por supuesto, el viaje no termina con las citas para las visitas: Precisamente cuando el precio es demasiado alto, muchos interesados quieren negociar y, además, hay que comprobar la solvencia de los interesados en el precio. Al final, incluso con una demanda inicialmente alta, es posible que se quede sin comprador y entonces todo el proceso vuelve a empezar desde cero.
Para evitarlo, hay dos posibilidades: o bien planifica perfectamente la venta de su casa de principio a fin y se toma el tiempo necesario para reunir la documentación, responder a las consultas, realizar las visitas y negociar, o bien recurre a la ayuda de un profesional inmobiliario y le deja a él la gestión del tiempo. Esto tiene otra ventaja: un agente inmobiliario local tiene mucha experiencia en todas estas cuestiones y, por lo tanto, las tramita mucho más rápido que un vendedor particular. De este modo, el tiempo de venta se reduce considerablemente y usted dispone más rápidamente del producto de la venta.
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