
¿Vale la pena renovar antes de vender?
El papel pintado viejo, las paredes sin pintar y un suelo que necesita una renovación se incluyen entre los trabajos de renovación «decorativos». No son imprescindibles, pero mejoran la primera impresión. Una propiedad que se encuentra en buen estado da una impresión general de mayor calidad. Este tipo de renovaciones decorativas no son caras, pero al final pueden suponer una gran diferencia en el precio.
Más graves son los defectos que reducen la calidad de la vivienda. Por ejemplo, los sistemas de calefacción y el aislamiento deben estar actualizados. Estos trabajos de rehabilitación requieren más tiempo y son más caros. Por lo tanto, disuaden a muchos compradores que quieren mudarse rápidamente a su nuevo hogar. Al mismo tiempo, también suponen un mayor gasto para el propietario. Entonces, ¿merece la pena invertir grandes sumas de dinero en la rehabilitación?
Los precios de los trabajos de rehabilitación deben calcularse bien. En términos sencillos, se puede decir lo siguiente:
La renovación o rehabilitación de un inmueble merece la pena cuando el aumento de valor resultante es superior a los costes incurridos. Por eso es importante que calcule bien los costes de todos los cambios que se vayan a realizar. Para la mayoría de los propietarios es difícil estimar cuál será el aumento de valor tras la renovación. Por lo tanto, es aconsejable dejar esta estimación en manos de un experto. De este modo, evitará el riesgo de gastar mucho dinero en la renovación que no recuperará con la venta.
En el sector inmobiliario se habla básicamente de equipamiento sencillo, normal y de alta gama. En el caso de un equipamiento sencillo, es posible, por ejemplo, que falten revestimientos en el suelo, que la cocina y el baño no estén alicatados y que la vivienda no disponga de calefacción central. Un equipamiento normal debe incluir todas las características necesarias para que el nuevo propietario pueda entrar a vivir inmediatamente en la vivienda. A diferencia del equipamiento de alta calidad, este no tiene por qué ser necesariamente moderno ni cumplir con los últimos estándares de vivienda. Según la experiencia, pasar de un equipamiento normal a uno de lujo supone un aumento del valor de entre un 15 y un 20 %. No obstante, estos valores son meramente orientativos y no sustituyen a una valoración profesional.
Aunque es imprescindible realizar un buen cálculo, por lo general se puede contar con que las obras de embellecimiento merecerán la pena para el propietario. De lo contrario, es posible que no se encuentren interesados en inmuebles con un equipamiento sencillo o que solo lo hagan aquellos que buscan expresamente gangas difíciles de vender y que puedan renovar ellos mismos a bajo coste.
Por el contrario, la mayoría de los compradores sobreestiman los costes de rehabilitación y temen pagar un precio demasiado alto por el inmueble. Por eso, es frecuente que los propietarios que ofrecen su inmueble sin reformar y no consiguen venderlo se lleven una sorpresa positiva tras la reforma. El inmueble se vende
¿Aún no está seguro de qué obras de renovación merecen la pena en su inmueble? Póngase en contacto con nosotros. Estaremos encantados de asesorarle.