Ambas opciones tienen ventajas y desventajas. Depende de la situación personal.

Vivir más cerca de los nietos
Que Sabine y Jürgen echan de menos a sus nietos es una cosa. Otra es que, desde que Claudia se mudó, su casa a las afueras de la ciudad les ha quedado demasiado grande. Al principio, tenían planes para la habitación de Claudia. Querían que siguiera siendo su habitación, para que siempre pudiera volver a casa. Más tarde se convirtió en una habitación de invitados y luego en un despacho. Solo se utilizaba unas tres veces al año.
Necesidades de vivienda en la tercera edad
La jardinería también se les hacía cada vez más difícil a los dos. Ambos se preguntaban si su casa seguía satisfaciendo sus necesidades de vivienda. Esta idea maduró durante mucho tiempo. Pero ahora, después de algunos años, han decidido mudarse a la ciudad de su hija para estar más cerca de la familia. A esto se sumaba la pregunta: «¿Qué pasará si uno de nosotros necesita cuidados?».
¿Alquilar o vender?
La siguiente pregunta fue: «¿Qué será de nuestra casita?». Al principio pensaron en alquilarla. Los ingresos por el alquiler complementarían su pensión. Sin embargo, les parecía difícil gestionar una propiedad inmobiliaria a distancia. Si surgía algún imprevisto, no querían tener que recorrer tantos kilómetros.
Por otro lado, con la venta del inmueble esperaban obtener un beneficio elevado. Con ello podrían comprarse sin duda un piso adecuado para su edad. Pero no estaban seguros de cómo compaginar la búsqueda y la compra de un inmueble. Al fin y al cabo, solo podrían comprarse una nueva vivienda cuando vendieran la otra. Pero, ¿dónde se alojarían mientras tanto?
Preguntar a un profesional
Antes de tomar una decisión, Sabine y Jürgen decidieron pedir consejo a un profesional inmobiliario. Buscaron un agente inmobiliario de calidad en su región. Este les asesoró sobre las posibilidades de alquiler y venta. Determinó el valor de su inmueble y calculó el alquiler que podían pedir. Como el agente estaba en contacto con otros agentes de todo el país, pudo recomendarles un profesional en la ciudad de Claudia que se encargaría de buscar un piso adecuado para personas mayores.
Al final, Sabine y Jürgen se decidieron por la venta. El agente inmobiliario de su antigua ciudad se encargó de todo, mientras que el otro agente encontró un piso que se ajustaba a sus necesidades. Con la ayuda de los dos agentes inmobiliarios, pudieron encontrar una buena solución provisional para el traslado de la antigua a la nueva propiedad.
Ahora Sabine y Jürgen ven más a sus nietos. De vez en cuando vienen a hacer los deberes después del colegio, cuando Claudia y Felix tienen que trabajar hasta tarde.
¿Está pensando en vender su inmueble y mudarse a uno más adecuado para su edad? ¡Póngase en contacto con nosotros! Estaremos encantados de asesorarle.
Notas
En este texto se utiliza el masculino genérico para facilitar la lectura. Las identidades de género femeninas y de otro tipo se incluyen expresamente en la medida en que sea necesario para el significado.
Aviso legal: este artículo no constituye un asesoramiento fiscal ni jurídico en casos concretos. Le recomendamos que consulte con un abogado y/o asesor fiscal para aclarar las circunstancias específicas de su caso.
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