
Cuando la vivienda ya no se adapta a la edad
A sus 95 años, Gerda Meyer aún era bastante ágil y activa, y realizaba con orgullo sus paseos diarios y pequeñas compras sin ayuda, sin necesidad de asistencia. Era una señora muy sociable a la que le encantaba charlar con sus conocidos y vecinos durante su paseo diario por el parque. Pero entonces sufrió una caída en la escalera de su casa que le provocó una complicada fractura en la articulación de la cadera. Al principio, los familiares cuidaron de Gerda Meyer, pero pronto se vieron desbordados por esta tarea de 24 horas. «Ya no sabía ni dónde tenía la cabeza. Yo también tengo una familia con hijos y un trabajo. Desde la caída, no tenía fin de semana, ni descansos, ni vacaciones. Llegó un momento en que ya no podía más», recuerda Claudia Meyer, de 50 años. La familia decidió buscar una residencia adecuada, aunque Gerda Meyer, como muchas personas que necesitan cuidados, tenía miedo de abandonar su querido hogar y mudarse a un entorno completamente nuevo.
¿Se encuentran usted y su familia en una situación similar? ¿También le cuesta tomar la decisión correcta para sus queridos padres o abuelos? Independientemente de si la necesidad de cuidados surge de forma relativamente repentina, como en el caso de Gerda Meyer, o de forma más gradual, como en el caso de la demencia, es probable que, al igual que la mayoría de los familiares, usted tampoco esté suficientemente preparado para afrontar esta situación por primera vez.
En general, una residencia para personas mayores es la mejor opción para usted si
- Su familiar tiene pocos contactos, pero desea más intercambio,
- la vivienda no es adecuada para la asistencia ambulatoria,
- Usted no vive cerca o no tiene capacidad,
- las necesidades de cuidados son muy elevadas
- o si padece demencia avanzada.
Y recuerde: un nuevo hogar en un centro de cuidados profesional y gestionado con cariño también puede suponer la oportunidad de comenzar una nueva etapa positiva en la vida, que además de cuidados ofrece mucha compañía y actividades físicas y culturales. «Al principio no me imaginaba que me adaptaría, pero aquí todos son muy amables conmigo. Hago mis ejercicios todos los días, por las tardes hay bingo y hace poco incluso pude volver al teatro», cuenta Gerda Meyer.
¿Necesita ayuda para encontrar una vivienda adecuada para su edad? ¡Póngase en contacto con nosotros! Le ayudaremos.
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Foto: © Lighthunter/Depositphotos.com