Los tipos de interés suben, cada vez hay menos capital propio disponible, las expectativas de precios de compra de la fase de tipos bajos aún resuenan en la mente de los compradores potenciales: así se resume la situación del mercado inmobiliario en los últimos meses. El deseo de seguridad financiera preocupa ahora aún más a la mayoría de los inversores: ya sea por herencia o por ahorros ganados con esfuerzo, no se sabe si, dada la situación actual del mercado, es mejor invertirlos en depósitos a plazo fijo, cuentas a la vista, acciones o fondos. Sigue siendo válido que, si se quiere invertir a largo plazo y evitar la volatilidad del mercado de valores, la inversión en inmuebles puede seguir siendo una buena opción en 2024.
Cómo tomar una decisión
Para tomar una decisión fundamentada, es fundamental realizar un análisis exhaustivo de la situación, del inmueble en sí y de los aspectos financieros:
Ubicación:
La ubicación es fundamental para el aumento del valor a largo plazo y la estabilidad de los ingresos por alquiler. Tanto el entorno inmediato como la región deben ser atractivos para evitar que la propiedad quede vacía. Se deben tener en cuenta factores como la proximidad a tiendas, servicios médicos, transporte público y el entorno general. La macroubicación se refiere a las perspectivas económicas, la evolución demográfica y las tasas de desocupación. Las ubicaciones con un fuerte crecimiento económico suelen ofrecer mejores oportunidades de revalorización y rápida reocupación.
Estado del inmueble:
El inmueble en sí también debe examinarse cuidadosamente. Una inversión en un inmueble como inversión de capital tiene sentido si se puede alquilar a largo plazo en condiciones atractivas y a un precio de compra no excesivo. El estado juega un papel decisivo: incluso en la mejor ubicación, no se puede justificar un alquiler elevado si el inmueble necesita reformas o presenta otros defectos. Recurrir a un perito ofrece seguridad en la compra y ayuda a estimar los costes adicionales que pueden surgir.
Rendimiento, riesgo y (de nuevo) ubicación:
Al calcular el rendimiento, deben deducirse los gastos de gestión, como los gastos administrativos y de renovación, de los ingresos anuales por alquiler y dividir este valor entre el precio de compra más los gastos adicionales. Dado que los ingresos por alquiler son menores tras deducir los gastos, el rendimiento puede ser inferior al 4-5 % en determinadas circunstancias.
El rendimiento esperado debe corresponder a las expectativas personales y el riesgo debe ser razonable. El dilema de la ubicación radica en que una ubicación de primera clase suele ir acompañada de precios de compra más elevados. La decisión entre una ubicación privilegiada y un rendimiento más alto en zonas emergentes depende de la disposición personal al riesgo.
Capital propio y reservas
La financiación de una inversión inmobiliaria requiere una planificación prudente, teniendo en cuenta el capital propio y los posibles riesgos. Una base financiera sólida y un colchón adecuado para gastos imprevistos son fundamentales para el éxito a largo plazo. Se recomienda hasta un
20 % de capital propio (pero no más del 20 % debido a la tributación de los intereses) y otro 20 % para reservas que cubran los posibles costes de rehabilitación o modernización. Si se dispone de una segunda vivienda como garantía y de unos ingresos muy elevados y seguros, en algunos casos es posible obtener financiación sin capital propio.
La propiedad inmobiliaria como inversión: ventajas y desventajas de invertir en inmuebles
En general, un inmueble es atractivo como inversión de capital cuando el rendimiento es superior al de otras formas de inversión. Aunque el rendimiento de los inmuebles no suele poder competir con el de las acciones, suelen ofrecer una inversión más segura en comparación con el mercado de valores.
Las ventajas potenciales, como los beneficios fiscales, la protección contra la inflación y la diversificación de la cartera, deben sopesarse cuidadosamente con las obligaciones del arrendador, los gastos de mantenimiento corrientes y el riesgo de concentración. En detalle:
Ventajas
-
Ventajas fiscales: los inmuebles de inversión ofrecen ventajas fiscales, ya que los gastos como los de mantenimiento pueden deducirse de los impuestos. Además, las amortizaciones del 2 % anual sobre los costes de adquisición y rehabilitación suponen una desgravación fiscal. Si se vende el inmueble de inversión después de al menos diez años, la plusvalía queda exenta de impuestos.
-
Protección contra la inflación: los inmuebles suelen estar protegidos contra la inflación, ya que los precios de compra y los alquileres varían con la inflación. Mediante contratos de alquiler indexados, los alquileres pueden ajustarse automáticamente al coste de la vida, lo que ofrece una protección natural contra la inflación.
-
Diversificación sensata de la cartera: los inmuebles como inversión de capital son un complemento estable para una cartera de activos diversificada. Dada la demanda constante de vivienda, los inmuebles pueden representar una oportunidad de inversión segura a largo plazo.
-
Estabilidad del valor: con un equipamiento y una ubicación adecuados, los inmuebles ofrecen buenas perspectivas de estabilidad o incluso de revalorización con el paso del tiempo. Esto los convierte en una atractiva oportunidad de inversión a largo plazo.
Desventajas
-
Papel del arrendador: El alquiler puede requerir mucho tiempo, especialmente si hay cambios frecuentes de inquilinos o retrasos en los pagos por parte de estos. La selección de inquilinos adecuados también requiere tiempo y atención.
-
Gastos de mantenimiento: como arrendador, usted es responsable de la administración y el mantenimiento regulares de la propiedad, incluida la constitución de las reservas correspondientes para reparaciones y renovaciones.
-
El llamado «riesgo de concentración»: dependiendo del volumen de su patrimonio, puede quedar una gran suma invertida en una sola propiedad inmobiliaria, lo que puede afectar a la diversificación del riesgo. Sin embargo, si su patrimonio está suficientemente diversificado, este riesgo puede reducirse o eliminarse.
La experiencia en el sector inmobiliario se une a la experiencia financiera
Nuestros servicios abarcan una amplia gama de aspectos inmobiliarios, entre los que se incluyen la comercialización profesional de inmuebles de inversión, el asesoramiento en cuestiones legales y la gestión de propiedades en alquiler. Para nosotros es muy importante que se sienta bien atendido en cada fase del proceso inmobiliario y que pueda tomar decisiones con conocimiento de causa.